martes, 1 de febrero de 2011

Trabajo duro, recompensa preciada

"Entrenar, entrenar y después de muerto seguir entrenando" - Goku (frase típica del profesor Benito Pantoja).

Siempre que luchamos de manera real por un objetivo tenemos resultados fructíferos en forma de aprendizaje significativo, sin embargo durante éste proceso nos llegamos a sentir derrotados, no vemos una salida y nos cegamos a ver sólo lo malo, hay que aprender a balancear nuestras emociones con nuestra cabeza, nuestro raciocinio que si bien es cierto es lo que nos impulsa, sin dejar de lado nuestro espíritu de lucha constante...

"...el día mas esperado había llegado, estaba un tanto nerviosa, era mi primer concurso de matemáticas en el que concursaba, no sabía que hacer, mi madre un día antes por la mañana durante en desayuno simplemente me dijo que hiciera todo por pasión, porque es algo que amo hacer, vaya cuanta razón tenía, sin embargo esas ansias eran extremas!. Llegamos al lugar donde sería la aplicación de dicha evaluación, simplemente observé a mi alrededor, era sorprendente la cantidad de gente que había, más de 500 personas!, no iba a ser fácil poder ganar ese concurso, sin embargo el momento de la verdad había llegado.
Los organizadores del concurso simplemente observaban detenidamente a todos los concursantes, sin embargo al marcar el reloj las 5 en punto de la tarde de aquel viernes vocearon que todos los concursantes debíamos buscarnos en unas listas pegadas en un par de mamparas descoloridas que se encontraban al salir del gran aula donde nos encontrábamos, frenéticamente me despedí, di media vuelta para aventurarme a buscarme entre esas grandes listas, después de 3 minutos logré hallarme, no era tan difícil siempre soy de las últimas por la letra con la que inicia mi apellido paterno, en fin salón 26...
Llegué al aula asignada y me senté como era costumbre en la tercera banca, voltee hacia atrás y todos parecían nerviosos, al menos me sentí un poco aliviada al ver la reacción de los demás; al punto de las 5:25 se nos entregó una papeleta y un examen a resolver en un lapso máximo de 3 horas, tiempo suficiente pensé.
Leí de manera rápida los problemas planteados, y emprendí marcha a la resolución de cada uno de ellos, sentí que fueron horas, cuando en realidad había demorado tan sólo 15 minutos en culminar la evaluación.
Salí del aula, me dirigí al lugar de origen donde se encontraba mi madre, su reacción simplemente fue de extrañeza, simplemente no había tardado en salir, regresamos a casa...    
Después de un mes de larga espera se daban los resultados de éste concurso que había esperado por tanto tiempo, fueron llamando desde el quinto lugar hasta el primero, mi corazón latía a mil por hora, manos sudorosas, mis piernas temblaban, al llegar al segundo lugar y no escuchar mi nombre simplemente tenía por hecho que no había ganado el concurso, sin embargo de manera inesperada al mencionar el primer lugar no lo podía creer, me levanté y me acerqué de manera temerosa a la persona quien nos entregaba el reconocimiento por participación que más adelante se convertiría en tan sólo un número más...
Todo esto pasó por mi mente el día que llegué al examen para ingreso al nivel medio superior, de esa misma manera en la que me había sentido años anteriormente, exactamente la misma sensación de nerviosismo, el mismo tiempo, sólo que esta vez no luchaba por una beca, sino por un lugar en mi escuela de preferencia, después de tanto tiempo perdido había decidido enmendar mi camino.
Después de 1 mes de larga espera estaban los resultados, y el día de hoy es producto de éste preciado resultado..."

Simplemente jamás hay que rendirnos, siempre trabajo constante ante lo que queremos, siempre la mente enfocada en lo que anhelamos, siempre siguiendo ese sueño que alguna vez tuvimos y que ahora queremos volver realidad.

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